A tres años de la gestión Scotto- Bisagra- radical de la UNC


A tres años de la asunción de la alianza “progresista” - radical al rectorado, el único resultado que tenemos es la profundización de la gestión capitalista de la UNC.
Los progresistas presentaban “votar contra la derecha” con los radicales como el mal menor en la universidad . Pero este mal, el “menor”, terminó siendo el peor de los males, no sólo porque siguen en pie el conjunto de problemas y se agudizan, si no porque reforzó la orientación social imperante en la gestión de Gonzales.
Los negocios de los grupos capitalistas, empantanados a partir de la crisis del 2001 y durante la gestión del ex rector Gonzales, han prosperado, centralmente con el relanzamiento del Cluster Córdoba Technology y la constitución del Polo Biotecnológico.
En boca de la rectora: “Establecer una alianza estratégica entre la universidad y los sectores productivos” o “Que la universidad le devuelva a la sociedad lo que ésta le aporta”.
¿De qué sectores productivos nos habla Carolina Scotto?
Los “productivos” a los que hace referencia viven de parasitar al estado mediante eximiciones impositivas, subsidios para cumplir las obligaciones patronales o a la producción. Los Arcor, los Porta, los Urquía de AGD son un porcentaje minúsculo de la sociedad, que justamente tiene su interés totalmente opuesto a los intereses de la inmensa mayoría del pueblo trabajador.
¿Qué implica en lo concreto esto?
Esta política en concreto ha significado la adaptación de los planes de estudios, matrícula y el direccionamiento de los recursos a garantizar el beneficio privado de un puñado de pulpos capitalistas, en desmedro de la comunidad universitaria y la población en general. Esto es, profundizar los problemas de cursado ya existentes.
Mientras Aceitera General Deheza y las subsidiarias de Monsanto impulsan la investigación de Biocombustibles y la manipulación genética de alimentos para abaratar sus costos de producción, el 10% de los niños de los barrios cordobeses sufre de desnutrición infantil.
Mientras Porta Hermanos y los laboratorios privados impulsan el desarrollo de biomedicamentos para acrecentar sus ganancias, la población sufre epidemias de enfermedades, que en muchos casos, habían desaparecido. Epidemias de dengue, de gripe, de cólera, fiebre amarilla y la reaparición de la tuberculosis y viruela.
¿Qué dejaron estos tres años?
La contribución no se ha tocado, por el contrario, en la mayoría de las facultades aumenta. Los estudiantes seguimos cursando hacinados. Para más de 120 mil estudiantes, el rectorado sólo otorga 670 becas. Los no docentes han perdido conquistas como el 3% por antigüedad y las sumas por permanencia en el cargo. No se ha tocado el cupo de ingreso a Médicas y por el contrario, se lo pretende generalizar a todas las carreras. La carrera docente se ha revelado como un tremendo fracaso y lejos está de resolver el problema de inestabilidad de 70% del cuerpo docente. Naturalmente estos problemas tienen por causa el ahogo presupuestario del gobierno de Cristina Kirchner. Pero en este caso hay que decir que la alianza Scotto-Franja-Fidelio-Bisa

gra, por una parte, y los radicales-Duhalde-Macri por otra, coinciden con los K en utilizar los fondos de la ANSES y las reservas del Banco Central para pagar la deuda externa y así reabrir un nuevo ciclo de endeudamiento, en beneficio de los capitalistas y desmedro de la población en general y de los jubilados en particular.

El caso de Ciencias Médicas.

El proceso en la Facultad de Cs. Médicas es una radiografía de la evolución del progresismo en la conducción de la UNC: el desplazamiento de los sectores abiertamente privatistas y la recomposición de la Franja Morada.
La Facultad de Cs. Médicas fue durante mucho tiempo la avanzada de las políticas privatistas. De la mano de Willington -como vicedecano y decano- se estableció la regimentación y reducción de la matrícula de acuerdo a las necesidades del mercado de la salud privada.
Médicas fue pionera en sistema de ingresos, modificación curricular u otros ítems exigidos por la Afasimera (organismo delineado por el Banco Mundial para las facultades de Cs. Médicas).
El año pasado, Willington fue desplazado por un acuerdo que incluía al rectorado en alianza con parte de los ex laderos del inglés. Particularmente, la Franja Morada ocupa la estratégica Secretaría de Asuntos Estudiantiles.
El actual decano Gustavo Irico y sus nuevos socios del rectorado mantienen la autogestión y arancelamiento de los hospitales escuelas, las pésimas condiciones de salubridad en cátedras como Anatomía, el cupo estricto de 550 ingresantes por año. Nada han hecho contra la desvalorización de los títulos fruto de la reducción de contenidos y la consecuente destrucción de la currícula; mucho menos aún en relación a la explotación de los estudiantes avanzados bajo la forma de “practicas formativas”.
Frente a este proceso, la Bisagra de la facultad se ha demostrado completamente impotente ante al impulso privatista de su rectorado y sus “socios tácticos” de la Franja Morada.
El “progresismo” de la rectora es quien hoy mejor defiende los intereses de los monopolios capitalistas, es por esto que la “derecha arcaica” ha quedado obsoleta y desplazada de la conducción de las facultades. Afuera Willington, viva la política de Willington.

Los docentes

El reclamo que terminó de herir de muerte a la gestión de Gonzales fue la gran lucha docente por salarios y estabilidad.
Es por esta razón que Scotto en su carrera hacia el rectorado prometió dar respuesta a esta problemática tan sentida.
La Asamblea para votar la “carrera docente” fue un bluff, no sólo porque la inmensa mayoría docente (70%) no estaba representada, si no porque una ínfima minoría docente (titulares y adjuntos) votaron corporativamente en defensa de sus camarillas.
La Asamblea no se pronunció en torno a la necesidad de un salario testigo mínimo igual a la media canasta familiar, mucho menos en torno a la formación o la jubilación. Es decir no abordó los problemas centrales de la docencia.
Lo que si estableció fue la “fiscalización de la tarea docente”, y el ingreso a la “carrera” docente por concurso. Esto no es otra cosa que fortalecer las camarillas que controlan los decanatos para establecer qué docente no cumple los objetivos y por lo tanto quién debe entrar y quién no.
Establecer el “control docente” sin garantizar mínimamente el salario, la estabilidad, la formación y la promoción es simplemente una canallada que busca perpetuar el actual régimen universitario. Una cuestión gravísima es que se han abierto las puertas para los despidos. Los problemas de la era Gonzales no sólo que se agudizan, si no que se le agrega la posibilidad concreta del desconocimiento de la relación laboral, en algunos caso durante 5, 10 y más de 20 años.
A casi tres años de aprobada la “carrera docente” más del 70% se encuentra en condición de interinos, es decir, o nunca concursaron o sus concursos están vencidos. Son innumerables las cátedras sostenidas por ayudantes -alumnos y adscriptos. Sigue siendo la ínfima minoría de los titulares y adjuntos los que gozan de derechos políticos plenos.
Los docentes están transitando los primeros pasos de un nuevo plan de lucha nacional por salario y en la UNC su lucha pone sobre la mesa la urgencia presupuestaria y la precariedad académica, por lo tanto, es una lucha de primer orden.
Es urgente establecer un salario mínimo igual a la media canasta familiar para el cargo testigo, garantizar la estabilidad laboral y un régimen jubilatorio al 82 % del sueldo de los activos. Planteamos nuestra solidaridad activa con los docentes así como también reclamamos elevar el ratio alumno/docente a 5/1, aumentar la partida presupuestaria para garantizar cátedras paralelas y libres.

FUC

Para desarrollar la política antes descripta la gestión ha apelado a la cooptación de sectores enteros de la comunidad universitaria, en particular del movimiento estudiantil. Sectores que en un pasado expresaban, aunque limitadamente, la lucha contra la privatización de las facultades.
Esta cooptación tiene como uno de sus principales expresiones el pacto Franja - Bisagra – MNR-Juecismo, por el cual nuestra Federación Universitaria se mantiene bajo el dominio de los radicales y los centros paralizados con honrosas excepciones.
Para sostener esto la Bisagra traicionó sistemáticamente el mandato de sus votantes que era defender la universidad pública y gratuita, para mantener al movimiento estudiantil inmovilizado y garantizar que Carolina Scotto pueda seguir gobernando la UNC sin sobresaltos. Es por esto que la Bisagra nunca se propuso desplazar a la Franja de la conducción de la FUC.
Bajo la idea de una “alianza táctica” con el radicalismo universitario, el “progresismo” le lava la cara a los radicales que fueron los principales impulsores de una universidad al servicio del mercado. El papel desenvuelto por la Bisagra es pérfido. Mientras el Frente Cívico es una colateral de la Franja, el MNR no ha abandonado su tradición de sostener a los radicales como lo hacen en buena parte del país, particularmente en donde los luchadores dirigen las federaciones como en la UBA, La Plata y Comahue.
Sus “peleas” buscan ocultar que son todos tributarios de una misma política para lo cual necesitan mantener a los centros de estudiantes paralizados. No han movido un pelo por ninguno de los problemas relevantes del movimiento estudiantil.
Las corrientes estudiantiles que sostienen la actual gestión son responsables por la desorganización del movimiento estudiantil y la parálisis a la cual someten a los centros de estudiantes.
La llamada “normalización” de FUC no significó establecer las bases para derrotar el cupo y el limitacionismo, tampoco la lucha por mejores condiciones de cursada: aulas, inscripciones (Guarani), etc. La “normalización” no significó la lucha abierta contra el arancel y la derogación de la 5/90 y por becas para todos los estudiantes que las necesiten.
La “normalización” de la Bisagra, el MNR y la Franja-Juecismo significó el fortalecimiento de la Franja, la reducción de la participación en los congresos y la subordinación económica de la FUC al rectorado mediante el monitoreo de sus fondos.
De la gloriosa FUC de la Reforma que inspirara con aires de rebelión a Nuestra América, de la FUC de la unidad obrero -estudiantil del Cordobazo, de la gran historia y lucha de nuestra Federación nos queda el recuerdo. Mientras, el presidente radical de la FUC se sube a los tractores de la golpista Sociedad Rural.
Queremos llevar nuestra Federación y los centros de estudiantes a la altura de las circunstancias, a recuperar la tradición de lucha y hermandad que nos une con las necesidades de nuestro pueblo trabajador. No proponemos recuperar el derecho primero a la insurrección y la unidad obrero -estudiantil.
Lo haremos impulsando la deliberación en cada curso, en cada pasillo, en cada escuela y facultad de nuestra Universidad; la deliberación sobre el rechazo a la orientación social que nos imponen los capitales y el mercado; planteando la defensa de una orientación acorde a las necesidades de la comunidad universitaria y el pueblo trabajador.
Lo haremos apelando a la movilización y la lucha, a la organización y la unidad de los estudiantes y trabajadores universitarios.
Por una FUC independiente del rectorado, el gobierno y los capitalistas; levantamos esta bandera en el sentido de poner de pie al movimiento estudiantil.

Democratización

El cogobierno y la democracia universitaria son conquistas heredadas de la gran Reforma, no obstante son pisoteados permanentemente y vulneradas en la práctica.
El régimen universitario necesita gobernar con los métodos de camarilla para poder garantizar las necesidades del mercado. De lo contrario se impondrían las necesidades y premuras de la comunidad universitaria.
La gestión de Scotto no ha sido innovadora en esto y ha copiado el método K de gobierno de camarilla. Lo que si es novedoso es que Scotto, a diferencia de Cristina logró tener a la oposición patronal adentro, como lo atestigua no sólo la secretaria general del rectorado, si no la próxima vice-rectora.
El mecanismo es simple: existe un bonaparte como Scotto y por debajo todas las fracciones se sacan los ojos; lo que los mantiene unidos es la defensa de una política, en este caso, la defensa de la acumulación privada.
Scotto gobierna con la misma estructura que sus antecesores y las únicas modificaciones del aparato estatal de la UNC han sido de carácter cosméticos, pues los docentes titulares y adjuntos, siendo una clara minoría se llevan el 66% de la representación. Esto, en los Consejo directivos ya que en el superior y en la misma asamblea universitaria el porcentaje es superior. Mientras los asistentes, siendo la gran mayoría, apenas representan un tercio de la bancada docente. Los estudiantes siendo la inmensa mayoría apenas representamos un tercio de los consejos directivos. Los egresados mantienen su participación subordinada a los aparatos de los colegios profesionales, por lo tanto, a intereses corporativos ajenos a la universidad. Además tienen una representación superior a la de los no docentes, que claramente están íntimamente involucrados en la vida cotidiana de la universidad.
Más del 50% de la representación de la Asamblea Universitaria corresponde a menos de 1000 docentes mientras que menos del 50% corresponde a 100 mil alumnos, con la proscripción de los pre- universitarios, más de 3500 no docentes y otros tantos egresados.
No es un problema de formas, de cómo debería ser la composición de un consejo o la forma de elección de las autoridades unipersonales. La actual estructura estatal universitaria determina que sean las minorías las que detenten el poder político en al UNC en función del mercado y la acumulación de capital: nosotros nos planteamos avanzar en una nueva organización política de la universidad que contemple la necesidad, las voces y el voto de las mayorías, pero por sobre todo que sea parte de una reorganización integral de la sociedad. Es decir que sea el bien común y del pueblo trabajador el que prime y no el interés de un grupo reducido de monopolios capitalistas.
Planteamos abrir el debate sobre la democratización, centrándonos en el interés social a defender y planteando la defensa del cogobierno como instancia máxima de resolución, así como también avanzar en una nueva proporción, más paritaria entre trabajadores universitarios y estudiantes.

UNIÓN DE JUVENTUDES POR EL SOCIALISMO -PARTIDO OBRERO