Asamblea Universitaria
Con los Arcor y Urquía no habrá democratización
- A dónde apuntan los proyectos de
- Contrarreforma falsamente democrática
El libreto contrareformista esta vez ha sido acuñado por dos fuerzas estudiantiles,
Para que la farsa sea completa, intentarán consumar el fraude detrás de promesas `democráticas`. El papel de
Aunque unos estén con el ‘campo` y otros `con el gobierno`, marchan a un compromiso para profundizar la política privatizadora.
La contrarreforma en marcha no sólo la apoyan
Estos monopolios quieren “gobiernos fuertes” que defiendan sus intereses. No quieren democracia sino “gobiernos por decreto” de los Rectores y Decanos.
Si en el pasado los `progresistas` del Frepaso terminaron en los brazos de Domingo Cavallo, ahora nuestra Rectora, como todos los fieles exponentes del progresismo criollo, termina gobernando para
Los estudiantes, docentes y no docentes tenemos que sacar una conclusión: la farsa democrática es la pantalla de una contrarreforma hecha a la medida de
En vez de sotana, la `corda frates` de hoy es la de los Arcos y Urquía.
Ellos vienen por nosotros.
Es necesario oponerse. A 90 años de la gran reforma universitaria, planteamos: fuera los monopolios capitalistas de
Que los Centros de Estudiantes se pronuncien. Que
Vamos por parte
Actualmente, el gobierno de
Está compuesto de 24 consiliarios docentes, 8 consiliarios estudiantiles, 3 consiliarios egresados y 1 consiliario no docente.
En este órgano, el consejo superior, es donde reside al menos formalmente, el poder político de
No hace falta ser muy observador para darse cuenta de que los docentes tienen una sobre representación (exactamente el 66,66%), lo cual no es muy democrático.
En el caso de las facultades, los gobiernos se llaman consejos directivos: todos sus miembros son electos por voto directo y se componen por 9 Consejeros docentes, 6 estudiantes, 2 egresados y un no docente. Este órgano es el gobierno de las facultades.
El Rector y los Decanos son representaciones ejecutivas, por lo tanto, por lo menos formalmente, no tienen poder por sí mismas. En el caso de los Decanos, son elegidos por los consejeros docentes, estudiantiles, egresados y no docente de una misma facultad; en el caso del Rector, lo elige una asamblea de todos los consejeros de todas las facultades. Es decir, la suma de todos los gobiernos de facultades elige el cargo ejecutivo que significa ser Rector.
¿Los consejos son el cogobierno?
La constitución de un consejo como órgano de gobierno colegiado, compuesto por representantes de todos los claustros, fue una conquista de los reformistas del
Esto tenía y tiene por objeto fundamentalmente mellar el poder que reside en los consejos, en función de los Decanos y Rector para hacer pasar con mayor facilidad las contribuciones, el cupo y demás medidas privatistas y destructoras de la universidad.
De esta forma, y de la mano de
En la actualidad, el Rector y los Decanos son elegidos por los consejeros directivos.
El primer problema que se nos plantea es que la representación que se asigna a cada claustro es una deformación de la realidad, que sigue la misma lógica antes descripta. Por lo tanto, la composición del gobierno es un debate de primer orden ya que los consejos, tal cual se constituyen hoy, no representan el cogobierno, sino una suerte de dictadura docente sobre el resto de los claustros.
Los proyectos para “democratizar”
Los dos grandes bloques en los que se ha dividido el Rectorado en torno a
Un sector plantea la elección de Rector y Decanos mediante una votación de todas las facultades y claustros, estableciendo una ponderación. Es decir que: a) todas las facultades tienen el mismo peso electoral sin importar la cantidad de docentes, estudiantes, egresados y no docentes voten; b) establece una ponderación sobre los claustros: 50 % docentes, 33,33% estudiantes, 11,1 egresados y 5,55% no docentes. Así, de entrada mantienen la deformación representativa que estableciera
El otro sector plantea, aunque con algunos matices, la constitución de una “colegio electoral”. Esto sería como el actual sistema (Asamblea Universitaria) con la diferencia de que se eligen los representantes de los claustros únicamente para elegir al Rector. En la mayoría de los casos que defienden este sistema, se mantiene la proporcionalidad de los consejos.
Pero si el efecto político de fondo es el mismo: ¿Por qué presentan proyectos diferentes, e incluso “métodos” diferentes para la elección de los cargos ejecutivos?
Esto radica en las necesidades políticas de cada uno de los alineamientos. Mientras los radicales mantienen un fuerte y extendido aparato en las distintas facultades, la elección por “colegio electoral” les garantiza la posibilidad de hacer pesar ese aparato para el armado de listas y la votación posterior en el colegio electoral.
Por el otro lado, el progresismo no cuenta con las ventajas de aparato del radicalismo. Todo lo contrario: va de fractura en fractura, pero cuenta de su lado con los docentes de mayor prestigio, por lo tanto con los más “candidateables”. Por lo tanto, defiende la votación como forma de resolver su dispersión y encolumnarse detrás de un candidato, sin necesidad de armar listas y demás.
De todos modos tanto un planteo como otro, al establecer una forma de elección diferenciada de la de los Consejos u órganos de gobiernos universitarios, establecen una suerte de doble representación, pues ¿en quién delegan la representación los miles de estudiantes, los cientos de docentes y no docentes?
¿En sus consejeros, miembros de sus mismos claustros, o en el Rector y Decano?
En este punto es bueno aclarar que no es válida una comparación con la estructura política del país, porque mientras en la nación todos los ciudadanos pertenecen a una misma “condición” (no existen claustros), al menos formalmente, tienen los mismos derechos políticos a partir de los 18 años. También, en términos formales, cualquier ciudadano puede ser electo presidente. En la universidad no pasa lo mismo, porque sólo pueden ser Decanos o Rectores los docentes y no todos, sólo los titulares que no son más de mil, para una comunidad universitaria de más de 150 mil integrantes.
Por otro lado, mientras en la nación existe un presidente, gobernadores y paralelamente legislaturas y organismos de tipo legislativo, en la universidad los consejos deben concentrar el poder porque son el gobierno compuesto por estudiantes, docentes, no docentes y egresados, elegidos por voto directo de sus pares. Aunque no es exactamente así en los docentes. En el caso de estos, en primer lugar no votan ni pueden ser elegidos todos. En segundo lugar, existe una diferenciación de acuerdo al cargo: mientras los titulares son una minoría frente a los EX JTP, eligen la misma cantidad: tres representantes.
A partir de poner en práctica, ya sea la elección mediante el voto o el colegio electoral, de los cargos ejecutivos se está atacando al cogobierno, ya que sólo los docentes titulares pueden ser electos Decanos o Rector. No se trata de democratizar de ninguna manera, ya que la representación de los claustros delegada en el Rector o los Decanos tarde o temprano tendrá su formalización en los estatutos.
Establecer mecanismos de elección de las autoridades unipersonales como los que aquí se plantean, no es otra cosa que el intento de desplazar el poder político que, al menos formalmente, hoy tienen los consejos (órganos colegiados con representación estudiantil, docente, no docente y egresado) a una forma de tipo presidencialista. Esto, sin que todos los miembros de la comunidad universitaria gocen de la posibilidad de ejercerla.
Detrás de los diferentes proyectos se esconde un objetivo común: el de fortalecer la dominación de un sector ínfimamente minoritario de la comunidad universitaria, el de los titulares, que son quienes pueden ser Rector o Decanos. De esta manera, se traslada el poder político íntegramente a un Rector y a doce Decanos.
¿Qué tiene esto de democratizador?
De la democratización al Rector y los Decanos de Intel y Arcor.
La concentración del poder político en los cargos ejecutivos es una necesidad para garantizar el ingreso de capitales privados y sortear el conjunto de reclamos como los salariales, edilicios, de financiamiento, etc.
Fortalecer la dominación de un minoritario sector docente, significa defender los intereses del sector social que hoy quiere echar mano definitivamente de los recursos que dispone
¿Cómo es esto?
El gobierno provincial aprueba convenios con empresas como Intel, Aceitera General Deheza o Arcor, eximiéndolos de impuestos, subsidiando salarios y edificios y entre las “exigencias” del estado provincial aparecen la de becas e “inversiones” en
Por su lado, las empresas, lejos de “devolver” estos favores al gobierno provincial, invirtiendo en
No pagan impuestos, no financian centros de investigación, laboratorios, científicos propios sino que se ahorran millones con los regalos de Schiaretti y usan las instalaciones y recursos (docentes y estudiantiles por medio de pasantías baratas) de
La estafa democratizadora de la asamblea universitaria tiene por objetivo avanzar en la dominación de un sector minoritario de los docentes, a tal punto que los proyectos presentados, en particular cualquier variante de “elección directa”, plantea la posibilidad concreta de que los Decanos y Rectores “inventados” por los grupos económicos, lleven adelante los intereses de determinados sectores de las cámaras patronales industriales o comerciales.
¿Cómo es posible que un grupo económico invente un Decano o Rector?
La respuesta es tan simple como que basta con que cualquier monopolio de las comunicaciones se asocie a un sector industrial para “hacer campaña” por determinado docente.
¡Actuemos para democratizar!
Un tema tan delicado como es la reforma del gobierno universitario no puede ni debe pasar inadvertido para el movimiento estudiantil y el conjunto de los claustros. Exige una deliberación del conjunto de la comunidad universitaria y no es precisamente lo que se alienta. No es mera casualidad.
Frente al intento de los distintos sectores que quieren hacer creer que existe un debate sobre el tema, cuando en realidad sólo se limita a los consejeros y los funcionarios de los decanatos, planteamos la inmediata convocatoria a un congreso extraordinario de
Impulsemos un gran proceso de deliberación y movilización del movimiento estudiantil, de los no docentes y docentes para dar por tierra el intento de fortalecer la dominación de un sector minoritario de docentes, como lo son los titulares, sobre el resto de los claustros. Elemento indispensable para seguir garantizando y profundizar la política de destrucción de
Vamos por la democratización de
Ni elección, ni colegio electoral.
Partido Obrero
PRAXIS