Congreso de la Federación Universitaria de Cordoba
Después de varios años sin poder realizarse, esta vez si se hizo el Congreso de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC). Los medios provinciales lo destacaron como una novedad y hasta varios, en especial su nueva conducción, se apresuraron en saludar la vuelta de la gloriosa FUC que protagonizó el Cordobazo junto con la clase obrera.
¿Qué es lo que permitió realizar este año el Congreso de la FUC? Simple: el pacto sellado entre la Franja Morada y el Frente Civico, por un lado, con la Bisagra, el MNR y el PC, por el otro. Este acuerdo incluye el reparto de dinero que el rectorado se apresta a darles, la reducción de la composición del congreso de la federación y “reglamentar” los procesos electorales de los centros.
El principal beneficiado por el pacto fue la Franja que se quedó con la presidencia, mientras los centroizquierdistas se tuvieron que conformar con el segundo puesto, la Secretaría General.
El “pacto” entre estos dos bloques viene de lejos. La Bisagra, que surgió como oposición a la Franja, se integró desde el comienzo a la gestión de la rectora Scotto, junto con los radicales que, como de costumbre, se hicieron de los principales cargos. Ya como parte del oficialismo La Bisagra cerró filas con los radicales y la rectora en las Asambleas Universitarias para asegurar la avanzada de los programas privatizadores. Votaron siempre contra las propuestas transformadoras defendidas por los asambleístas del PO.
Por eso, cuando el nuevo presidente de la FUC, el franjista Bruno Mini declaró que “hay una confluencia de ideas entre quienes formamos parte de la gestión de la rectora Carolina Scotto” (La Voz del Interior, 3/8) no faltó a la verdad. El punto es a qué ideas se refiere dado que la Universidad cordobesa es la meca de la privatización. Florecen los convenios con empresas para utilizar la mano de obra de los estudiantes. Convenios que son defendidos a rajatabla por La Bisagra y el MNR en os consejos directivos, como es el caso de FaMAF, CS. Químicas y Exactas.
Cambalache
“La confluencia de ideas” entre los dos bloques estudiantiles mayoritarios pareció naufragar a principios de año con la crisis entre el gobierno y el campo. La Franja Morada se movilizó en defensa del capital agrario mientras La Bisagra lo hizo en defensa del gobierno nacional. El progresismo centroizquierdista a su interior repetía el mismo rejunte. Mientras La Bisagra, como dijimos apoyaba al gobierno, el MNR y el Frente Cívico se ponían del lado de los sojeros. Barrios de Pie, kirchnerista con funcionarios en el gobierno nacional, se mantuvo dentro del Frente Cívico pero en apoyo a Cristina.
Estas contradicciones, sin embargo, no fueron obstáculo para sellar el pacto que habilitó la realización del Congreso. El acuerdo, en cambio, tuvo otra base: avanzar en la institucionalización de los centros de estudiantes mediante la obtención de personerías jurídicas para ellos. De esta manera los centros, hoy dirigidos mayoritariamente por estos dos bloques, podrán recibir dinero del rectorado y, además, avanzar en la obtención de recursos a través de acuerdos con empresas. Algo en lo que ya están incursionando mediante cooperativas como es el caso del MNR en Cs exactas, en acuerdo con el derechista decano Tabella.
La famosa “confluencia de ideas” son los centros Shopping que en vez de servir para luchar entregan celulares, tarjetas de crédito, paquetes de turismo.
Es indudable que para la Franja Morada el Congreso representó un triunfo, no sólo por haber obtenido la presidencia sino porque logró neutralizar a su principal bloque opositor. Por otro lado, la derecha, encarnada en la Megalianza con base en Medicina, también fue derrotada al punto que no ingresó al Congreso para no legalizar su posición minoritaria.
LA UJS
Desde la convocatoria misma del Congreso, hecho en el medio de las vacaciones de invierno, la UJS denunció el pacto Radical-Bisagra-Frente Cívico-MNR y señaló que la base del mismo era la defensa de la gestión privatizadora de la rectora Scotto y los negocios que se auguran en los centros de estudiantes dotados de “personería”.
Afiches, volantes, comunicados, plenarios abiertos con agrupaciones independientes fueron instrumentos sistemáticos de nuestro trabajo que llevamos luego al debate de las comisiones.
Esta campaña permitió armar un bloque que consiguió una banca en la Junta Ejecutiva de la FUC, mediante una lista encabezada por Cintia Frencia, de la UJS y secundada por José Barraza de la agrupación independiente Enrique Barros. Fueron parte del acuerdo los independientes de La Saleme y, a último momento, se sumó el PTS.
La izquierda `campestre`, en minoría, se quedó afuera del Congreso, evidenciando su impotencia. No se les ocurrió mejor argumento que denunciar como trucho al congreso pero… hace unas semanas atrás habían entrado al Congreso de la FUA donde no hubo ni comisiones, ni debate ni resoluciones.
Por una nueva dirección
La lucha política en la UNC se incrementará en el próximo período. Tendrá como escenarios la Asamblea Universitaria de septiembre y sin duda, las elecciones de los centros. El pacto entre la Franja Morada y La Bisagra permite sacar conclusiones fundamentales, como ser adonde conduce el independientismo sin programa. En general, y salvo honrosas excepciones, termina en el carrerismo personal y la corrupción.
Contra el pacto privatizador de la Franja y La Bisagra está planteado desarrollar una oposición que conquiste los centros de estudiantes sobre la base de un programa obrero y socialista, la Unión de Juventudes por el Socialismo encara esta nueva etapa con este objetivo.
PRAXIS
Unión de Juventudes por el Socialismo